No podré jamás
ser diamante,
estoy destinada
a nacer de la tierra,
florecer al cielo,
volar con el viento,
a ser frágil
ante la hoguera
del sol caliente.
Si deseas algo
que te acompañe
sin complicaciones
a cambio de parecer,
que al pasarlo
de mano en mano
puedas desmostrar tu poder,
te recomiendo
que elijas un diamante.
Yo planta necesito
que convivas conmigo
que aprendas
a conocer mis ritmos,
como cuando pierdo
hojas, flores
y solo quedo yo
desnuda sin adorno,
llena de promesas
invisibles a los ojos.
Necesito que me riegues,
me alimentes,
disfrutes de mis flores,
de mis hojas,
de lo que haz alimentado
y aún no florece.
Así como yo disfruto
de tus confesiones,
de tus canciones,
tus teorías existenciales
y tu rebeldía crónica
de la que tanto
te enorgulleces.
Disfruto ser un hogar.
¿Te será suficiente?
¿Te sentirás rey también
cuando no tenga flores?
Daniela Flores