El jilguero que vivía
en cautiverio
al lado izquierdo
de mi pecho,
quedó en libertad
cuando soltaste
ese te amo
en el susurro
de lo privado.
No pudo evitarlo,
lo salvaje en él
lo obligó a salir
en búsqueda
de vientos lejanos
fuera de la comodidad
de su jaula.
Quería alas perfumadas
por flores multicolores,
alimento sabor lluvia,
noches de estrellas.
Se descubrió amante
del viento bajo sus alas,
es ahora un jilguero
que no para de interpretar
canciones de libertad.
Así es el amor,
sustancia mágica
de ríos continuos
que fluyen en mi,
en el jilguero
y en el dador de te amos.
Daniela Flores
👍👍
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bueno!!
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Gracias!
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