Este no es un poema, es una reflexión de mi ser.
Bienvenido eres a sumergirte en ella.
Tengo este lunar de canas justo en el nacimiento de mi cabello a la altura de la frente, que me molesta al verme al espejo, puedo ver la misma reacción en el otro. ¡Claro, es mi espejo!.
Sin embargo, también hay una parte mía que dice de nuevo ‘ámame’, y es que no hay algo más visible en mi rango de visión que un lunar de canas en el frente mi cara, de mi imagen, ni como esconderla, ni fingir que no existe.
Ni quiero, elegí aceptar mis lecciones con valentía, amor y paciencia.
Es fácil, ocultarlas las pinto y listo. Pero hay un problema, he decidido llevar mi vida escuchándome. No tomo medicina, por que creo en el poder del cuerpo al escucharlo, lo he aprendido con el tiempo mi cuerpo y yo nos hemos comunicado, hasta el momento me ha funcionado. Inclusive cuando me rebané un pedacito de dedo, me curé con aceites, presencia y la excelente atención de mi médico. Me ha llevado años de ir, venir, regresar, dudar, aceptar y otra vez, poder si quiera compartir esto.
Mi cuerpo tenía anidado años de descuido, de callarlo con medicinas, de sentimientos suprimidos a base de comida, de mal humor, de melancolía, inseguridades, exigencias. Ha sido bondadoso, pues ha sanado, ha perdonado el desatenderlo, el abuso y lo agradezco. Todos los días, agradezco el sí que ha dado, un día más que me regala de rectificación, de amor, de sentirlo; de permitirme habitarlo y ser uno en este mundo.
Entonces las veo, regresando a mis canas, ahí blancas y brillosas. Realmente no son tan feas, son hermosas. Es sólo que chocan con mi creencia, con la expectativa de mi imagen, entonces me doy cuenta que la creencia ni es mía, es aprendida, heredada y mis canas si lo son. Es un toque que me hace única, entonces decido no las voy a pintar hasta que logre verlas sin querer ocultarlas, sin querer cambiarlas; sólo amarlas así sin más.
También creo que si uno va evitando el presente, lo que es pues es posible que un día la vida se te junte y es como doblar ropa todo un fin de semana (bueno habrá quién lo disfrute). Aparte ya lo hice, ya corrí de mi vida varios años, ya sé como es, como se siente; ahora estoy en Isla Presente y se siente bastante bien.
Este ha sido mi proceso y lo definí en mi auto-retiro del año pasado, viajar sola te da regalos invaluables.
No más dietas hasta que amara mi cuerpo como es. (¡La mejor dieta de la vida!)
No más soluciones rápidas hasta que pudiera ver el problema.
No más viajes hasta que pudiera amar donde estoy.
No más hombres, no más enamoramientos hasta que pudiera amarme y hacerme cargo de mi misma. Sin necesitar desbordarme emocionalmente en el otro para ser feliz.
No más amistades para llenar mis días, sólo las quienes quisiéramos estar, sin esques.
Me di cuenta que ya era suficiente, hay riqueza en mi vida hoy y si no la vivo ¿entonces, que juego estoy jugando?.
Para que quiero más si cuando llega no logra entrar, se queda en la puerta y pido más.
A eso voy, no es decir nunca a algo, es sólo que quiero darme la oportunidad de hoy disfrutar lo que es, de alimentarme de lo que se me da hoy, que me modifique, alimente, llene y así permitirme desde ese nuevo lugar que llegue lo nuevo.
Enseñarme a recibir, a que sea suficiente, a la verdadera abundancia.
No puedo decir que es una vida muy muy sociable, es más bien solitaria y enriquecedora también. Es como si cada persona o experiencia que llega tu vida, tiene tu total atención. Como si estuvieras nuevo para recibirla, sin el reguero de la fiesta del día anterior.
Puedo darme el lujo, por que mi familia es amorosa, respetuosa y me aman. Por lo tanto, aunque no siempre me entiendan, me apoyan.
Y eso es una gran, gran bendición.
Así, bendecida y amada me levanto todos los días con la rendición de amar mis canas, mi cuerpo con carnita, mi ir y venir, el amor que llega en lo invisible, el canto del pajarito de la mañana que no falla, la luz de la luna por las noches, los momentos agradables, los no tanto y la presencia de éste hombre que me acompaña.
Me voy a dormir con una sonrisa, entregando un poco más de mi. Necesario no, pero es un deleite escribirte.
¡Bendiciones!
-Daniela Flores
👌
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