Morías por crecer,
hoy estás aquí y no sabes que hacer,
con este cuento de terror,
que se ha convertido tu adultez.
La cima que tan claro parecías ver,
desde la perspectiva de tu niñez,
a desaparecido al crecer.
No era tan recto como pensaba ser,
enojado con el mundo por lo que te hizo creer,
corres, caminas, gritas,
¿que otra cosa puedes hacer?
No hay cima,
ingenuo haz de ser,
si crees que de conquistas,
la vida ha de ser.
El sol te deslumbra,
pierdes de vista la cima,
te ha desorientado comienzas a creer,
descubres qué hay más que ver,
pues de la cima esto no podrías ver.
Te requiere de testigo
del nacimiento de nuevas cimas.
En el valle,
en el río, en la vida,
en la cima, en las cuevas,
en donde tu elijas,
pues la vida es más
que cimas que conquistar.
Daniela Flores