Gracias por ser tan paciente por esperar tanto tiempo a que pudiera aceptarte, hoy me gustaría pode conocernos y darte la bienvenida que te he negado por más de 20 años.
Me ha visitado mínimo 240 veces en mi vida, no deseada, impuesta, la convertí en una extraña que me incomodaba. Esta última visita pude ver que es parte mía, no la conozco más estoy dispuesta, eres bienvenida y quiero conocerte.
En nuestra regla hay sabiduría, es un proceso de amor, de crecimiento y nos regala poder.
Me perdono por haberla negado, marginado y la tomo como parte de mi feminidad.
¡Bendiciones!