Guillame y ciudad Egótica

La descripción de Ego de Osho me gusta dice que es pasado, bueno lo expresa más articuladamente.

Bueno aquí un cuento corto:

Guillame era un perrito adorable y como todos los perros en Ciudad Egótica su tarea diaria era perseguir su cola, su sueño era aparecer en el periódico como el primer perro en alcanzarla. Imaginaba el triunfo, la portada y lo bien que se sentiría lograr algo que nadie que el conociera hubiera logrado, aclaro nadie que el conociera. Había ciertas leyendas urbanas de los renunciados, éstos habían logrado alcanzar su cola y después habían dejado todo, para irse de Ciudad Egótica, a oler flores y disfrutar del río. Guillame, le parecía una tontería, ¿quién querría sólo oler flores por el resto de su vida?.

Cada uno tenía un círculo que les permitía correr más rápido, elevar las patas y demás técnicas que habían inventado, habían invertido tiempo e ingeniería en cada uno de sus círculos. Así nuestro pequeño Guilla, fue volviéndose más famoso, día con día. Se pasaba hora investigando sobre círculos, las técnicas de los mejores tiempos, trabajando en la conexión con su cola.

Y así un día como era de esperarse logro atrapar su cola. No supo que lo había logrado, sólo sintió un dolor intenso que le recorría todo el cuerpo, fue tan fuerte que se desmayó, al despertar podía sentir que su cola punzaba y al voltear a verse se dió cuenta que la habían vendado para él. Nadie le dijo que el se había mordido tan fuerte, que se había lastimado. Querían lo mejor para él y esto sólo lo traumaría.

Así qué pasó el tiempo, se recuperó y regreso al círculo, estaba ahí haciendo lo suyo cuando un recuerdo cruzó su mente. Había sido él, el se había mordido su propia cola, se había lastimado; en ese momento el círculo, las prácticas, el anuncio en el periódico, todo perdió sentido.

No seguiría haciendo algo que lo lastimaba, de eso estaba seguro, así se fue a dormir.

En sus sueños, se vió brincando persiguiendo una mariposa, se sentía tan real y era tan divertido, nunca antes se había sentido tan alegre. Al despertar, se dió cuenta que era un sueño, entonces pensó, ¿pero que gano persiguiendo una mariposa?, digo no voy a salir en el periódico, que era su más grande sueño. Tampoco volvería al círculo.

Los días pasaron Guilla se sentía cada vez más perdido, no extrañaba para nada el círculo, sin embargo no sabía que otra cosa hacer. Tomo provisiones, y emprendió un camino que lo llevaría a un lugar desconocido para él.

Al llegar al nuevo lugar, vió que estaba rodeado de espejos. Había llegado a Truecan. Egótica también había pero siempre estuvo tan ocupado en el círculo persiguiendo su propia cola, que no veía nada de lo que le rodeaba. Ni siquiera a él mismo. Ahí se dió cuenta, que podía hacer otro tipo de giros, tirarse al suelo, podia detectar olores a distancia, es más podía mover su cola solo por placer, ¡que bien se sentía! ¿Cómo no lo había intentado antes?. Después de pasar un tiempo ahí, los espejos comenzaron a desvanecerse, se sintió triste, ¿por que pasaba esto justo cuando empezaba a gustarle lo que veía en el espejo?.

Entonces un cúmulo de mariposas lo envolvió, fue tan divertido que sin darse cuenta llego a Freelandia. Era el lugar más extraño que había visto, lleno de colores, flores por todos lados y un río que se veía increíble. Era desconocido para él y también se sentía a casa.

La felicidad, no tiene precio. No tienes que hacer nada para ser feliz, más bien dejar de hacer aquello que la merma.

Deja que tu Ego sea tu copiloto, un acompañante más y permite que tu ser tome el volante.

¡Bendiciones!

Daniela Flores

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