Despertar tu consciencia y alimentarla es el mejor regalo que te puedes dar, todo lo que publico aquí es una “foto” del crecimiento de mi consciencia, releo algunas cosas que escribí hace unos años y algunas están plasmadas de cosas hermosas, de verdad, algunas ya no se sienten así. Mi consciencia a ido despertando conforme he ido haciendo espacio, sí todo eso en mi.
En este espacio, sólo hablaré de mi por que es el proceso que yo estoy viviendo y sé que quién lo lea será porque esto lo espejea de forma y momento exacto. A mi parecer vivimos todos conectados, algunos en estados de consciencia más altos otros más bajos, más no mejores ni peores, simplemente somos seres en crecimiento.
Esta es la parte importante a recordar, a vivir a comprender, somos seres en crecimiento.
Todo lo que decides vivir en esta vida, es parte del proceso para decidir vivir en amor incondicional conscientemente. Algunas vidas necesitan más empujones que otras, algunos nos relacionamos más con nuestro cuerpo, con nuestras expectativas, con nuestros contratos sociales, con el deber, el éxito, el logro. Y es en eso que creas, en lo que inviertas tus energías, lo que vas a vivir.
Ahora, una cosa es lo que hablamos, hablamos, posteamos y otra muy diferente lo que vivimos en lo secreto, lo sucede cuando no hay estímulos externos a los que reaccionar, en tu mundo interno. Justo aquí es donde entra la consciencia, haz pensado que no reconoces donde se encuentra cada órgano de tu cuerpo, olvídate si lo puedes llamar por su nombre o no, ¿puedes sentirlos? O sólo eres una mezcla de órganos embotellados en un cuerpo, al que llevas, hace, trae, viene, da, siente, reacciona y a eso le llamas vida.
Bueno, pues al despertar tu conciencia puede traer beneficios enormes como reconcer el espectro de emociones que vives durante el día, identificar tus pensamientos y saber cuales te siguen sirviendo y cuales ya no. Inclusive, saber si te gusta lo que vives o no. Hemos comprado ideas de vida de hace siglos, que han sido modificadas, alimentadas y mejoradas por cada generación; llegan a nosotros y decidimos si tomarlas o enfrentarnos a ellas, pero siempre tomándolas como referencia.
Hemos perdido la consciencia de nuestra capacidad de elegir la vida que queremos vivir, desde saber si tus acciones son benéficas o no para ti, si la creencia colectiva te favorece o no, qué pasa en tu cuerpo, que emociones traes acumuladas ahí y son hora de dejarlas ir y aceptar que sí todos tenemos acceso a estados de consciencia más amorosos, sí amorosos, más abundantes, a la sanación, a crecer y evolucionar.
El trabajo de consciencia te permite verte, reconocerte y te da la sabiduría para saber que es lo que necesitas, es voltear a tu verdadero yo y atenderlo. Ya sé, suena demasiado egoísta, bueno no lo es.
El concepto de ayudar al otro, es hermoso y verdadero. Yo creo firmemente que viviendo, aceptando y creciendo ayudo a la creencia colectiva, sano mi árbol genealógico, a cualquier persona que me necesita pudo estar ahí sin querer cambiarla, eso incluye que difieran conmigo, que elijan por ellos mismos y sobre todo se que al sanarme permito que más amor incondicional se viva en la tierra, puedo llevarlo conmigo y compartirlo aún sin palabras, lecciones, ni nada sólo pasarlo.
Ahora, habrá personas sobre todo las relaciones cercanas que uno de todo por sanarlas, hacerlas sentir bien y quitar el dolor. Aquí es donde entra la humildad, el comprender que esa persona así como tu tiene la misma capacidad de sanarse, de cuidarse y que está eligiendo eso porque es lo que necesita para poder verse, reencontrarse y entonces sí pedir ayuda y sanar. Ser consciente nos ayuda a reconocer los límites sanos entre ayudar y el afán de ayudar donde algunas veces pasamos por encima de la dignidad de las personas.
Este universo tiene para ti todo lo que desees, si te ignoras eso traerá ante ti, si te abandonas eso te pondrá enfrente, de la misma manera si te cuidas, si te amas, si confías en ti. Ahora como hacer todo eso, a través de la consciencia.
Toda tu existencia está conectada en el gran tapiz, no hay forma que te separes, puedes elegir vivir separado, creer o luchar contra la verdad, más no dejas de ser parte. Ya eres uno y naciste uno con el universo. Dejando eso claro. Tu eres uno con el universo, no estás separado, al disponer de la atención de tus sentidos físicos en tu existencia, lo qué haces es conectarte con el universo y éste te da la información que necesitas para tu evolución y por lo tanto la del tapiz entero.
Es doloroso darnos cuenta, que elegimos nuestra vida en base a defensa o aceptación de lo existe a nuestro al rededor, de una u otra forma sufrimos. Olvidamos que tenemos elección, que tenemos una sistema emocional que nos guía, una intuición y que podemos hacerlo.
La conciencia nos lleva a reconocer nuestro propósito de vida, nuestra parte del tapiz y nos lleva siempre a un camino de crecimiento.
También nos da la responsabilidad, de cuidarla, de alimentarla, de escucharla de ser fiel a lo que nos está mostrando, nos pide pasos de fe, nos pide dejar ir todo aquello que la daña. Sí, conlleva responsabilidad, ya no hay más es que el otro hizo, dijo o me hizo sentir. Es volverte uno con lo que realmente eres y divorciarte de muchas de las creencias colectivas de separación, escasez y miedo.
Una de las mejores prácticas para el desarrollo de la consciencia es meditar, nos permite callar las ideas perforadas y conectarnos con la gran verdad. Hay muchos métodos y formas para hacerlo. Para mi la meditación, respiración consciente, diario, mindfullness y reír.
Daniela Flores