Es común que la tercera sea la vencida.

Tal vez, para los juegos está bien, en las oportunidades por set, para las piñatas definitivamente. Más no sé si sea sano y real aplicarlo a la vida.

Temo que estemos aplicando esta regla tan banal a lo importante a aquellas cosas medulares que no podemos copiar que tenemos que crear.

Y en esta gran palabra que la vida me ha obligado a aprender. CREAR. Es que en ella encontré la solución a la frustración de lo que no es, de lo que no soy, de lo que no existe o no se puede. Hay que crearlo Daniela.

Terminó, con esa ilusión que solo ser buena era suficiente y por consecuencia el mundo debería de desdoblarse ante mi, como pago obviamente, a mis sacrificios por ser buena. Entonces, no soy tan buena, ¿cierto? Pues no, soy Daniela, humana, imperfecta, completa y creciendo, siempre aprendiendo.

Se volvió obligatorio ser buena primero conmigo, con esta existencia de donde nacen todos mis vínculos importantes, desde donde se edifica esta vida mía y por lo tanto lo que doy al otro desde el desconocido hasta los que más amo.

Se ha convertido en congruencia, en constancia, en rectificación, en responsabilidad, cuidarme, aceptar que nadie más lo puede hacer por mi, en paciencia. En aceptar lo bonito que el otro me ofrece, decir no a lo que me resta, aceptar el no del otro y dar lo que tengo sabiendo que tiene la capacidad de nutrir, más no depende de mi si no de la capacidad el otro a recibir, tal y como sucede en mi.

Me parece que todo esto la constancia, rectificación y demás uno lo instala en la vida diaria a prueba de error y acierto, rectificando, con consciencia y con mucha paciencia. Con un hoy sí pude y ayer se me salió el Hulk, pero ya lo vi!!! o ya lo paré, o me callé a mitad de mi comentario o me frené antes de hacer esto que ya no quiero para mi o en el ya lo vi, ya sé que mi tristeza habla a través de… eso es súper poderoso.

Creo que a mi generación nos falta esto. Ser buenos con nosotros mismos por que sí no solo por las tendencias de las redes, sino porque tu lo necesitas, ¿apoco, no?, ese calorcito lindo de despertarte, verte y saberte bien no perfecto solo tablas como decimos acá en México, ósea no hay deuda, ni préstamo.

Es indispensable, aceptar que seguimos creciendo durante todos y cada uno de los días que respiras. Así que más nos vale renunciar a nuestras exigencias, expectativas, dolores y demás porque la vida no para y los domingos no alcanzan para ponernos al día de lo de niño, de lo Pedrito, de la señora que te vio feo, de lo que no te salió bien al 10 intento… cuando usaste 100 para aprender a caminar, a correr, a comer, a ir al baño.

Saber manejar la frustración es ese espacio que nos permite ver con más claridad. Quisiera decir soy master, jaja no lo soy y lo que ya tengo que antes de sembrarlo no tenía, no lo gané limpiamente, la he adquirido regándola magistralmente una y otra vez. Hay áreas de más fácil aplicación otras que requieren aún toda mi paciencia, rectificación, concentrarme otras que la riego y pues ya que hace uno, ofrecer una disculpa y ya.

Espero que para lo importante uses tu discernimiento más que la regla de la tercera es la vencida, que uses lo que te han enseñado para encausar tu intención aun pasito más adelante hasta que construyas algo lindo para ti y por consecuencia a los que amas.

Daniela Flores