El amor (materia prima) es la misma, pero todos tenemos la libertad de interpretarlo, potenciarlo, usarlo, no usarlo, usar poco o todo, con libre albedrío. Fuerte, ¿no?
Pues lo hacemos desde el amor dentro de nuestra propia piel y lo replicamos fuera de ella.
Creo que el amor es la materia prima, es basto, es abundante, perdona, no desconfía todo eso que ya sabemos. Porque es cierto. Es los huevos, la harina, la leche… toda la materia prima de cualquier receta que quieras crear.
Amar, es cocinar. Que eliges hacer con esos ingredientes. Va a depender de tus conocimientos en la cocina, de tu creatividad, de tus utensilios y sobre todo que tanto lo practiques.
Y tu eres la cocina en ti sucede ese proceso, de ti dependerá ampliarla, meterle más equipo, aprender nuevas recetas, mejorar las que te enseñaron de Niño.
Entonces, comprendo que el amor como esencia es abundantemente sabia, multifacética. Dependerá de mi cocina como usarla y entonces experimentaré nuevas formas de amor que las de mi cocina inicial.
El amor está ahí para todos en tus células, en tu comida, en tus compañeros de vida, en tus dones… te toca ampliar la cocina, idear nuevas recetas, ampliar tu biblioteca de sabores, métodos de cocción… y entonces tú vida se vuelve rica con oportunidad de crecimiento siempre.
Daniela Flores
Ps. Ahora sí a dormir 🫶