Creo que a veces nos damos por sentado a nosotros mismos.

Es fácil contar con que ahí estas, para tu vida. Y si lo hacemos con algo tan valioso como con nuestros dones, nuestra salud, nuestra alegría, con la vida propia.

¿Por qué no lo haríamos entonces con lo externo?

Y es que parece que apreciarnos, cuidarnos, valorarnos, amarnos, procurarnos se ha convertido en una tarea extra, un peso, un “algo” qué hay que aprender y en realidad no hay tiempo, ni ganas, ni motivo, hacerlo -es ser egoísta- . Seré dependiente, apegado, distante emocional, estaré triste, ansioso pero no seré tan egoísta como para darme ese tiempo para mi.

Lo que me deja pensando, tal vez es tiempo de re valorar las prioridades en nuestras vidas, ponernos al centro y dejar de excusarnos en el supuesto egoísmo que esto supone.

De no ser así seguiremos creando esta cadena donde nos parchamos unos a otros, solo es temporal. Cuando en realidad tenemos la capacidad de sanar, ver la sanación y ser parte de ella también sana.

Si tan solo nos enseñáramos, nos permitiéramos, ir al centro, apreciarnos, aplaudirnos, amarnos así como somos; sin necesidad de ser perfectos.

Tal vez, dejaríamos de darnos por sentados. Porque uno aprecia lo que tiene valor, lo cuida, lo procura.

Daniela Flores