La Verdad

Vivir en estado de verdad, requiere coraje. No hablo de explosiones de verdad, de no decir mentiras si no de estar abiertos a aceptar otras realidades, perspectivas y permitir que se mezclen con las que ya tenemos definidas. Nuestra realidad no es la única verdad, es meramente un pedacito.

Es un estado de amor puro, al que algunas veces tengo acceso otras mi parte humana me aleja. Quisiera decir que soy valiente todo el tiempo, no lo soy hay cosas que duelen verlas, entonces uno se esconde en lo práctico de la mente, en las series, en los libros, en lo recóndito de la razón ahí se esconde uno bien, al menos a mi me funciona.

Sin embargo, el tiempo pasa, nos da madurez y eventualmente, uno logra alinearse con la verdad que siempre estuvo ahí. Quisiera decir que la verdad, es una línea, es una realidad sin profundidad, sin vertientes, es blanco o negro. En mi experiencia la verdad tiene profundidad, vertientes y respira constantemente.

Vivir en la verdad, requiere coraje pues nos enfrenta a la mezcla de luz y obscuridad, al contraste que es la base de esta experiencia humana.

Y uno piensa como la verdad no es sólo luz y blanca, claro que lo es y por eso mismo viene acompañada de la sombra al menos en nuestra realidad humana. Tal vez al conocer mejor la realidad humana, nos damos cuenta que la sombra no es la parte mala y podrida que solemos decir de la humanidad, más si es nuestra parte desnutrida, la que no hemos dejado crecer, la que se pega a cualquier rayito de luz, la que aún duele y sale corriendo al rincón pues es lo único que le hemos enseñado (tal vez dejado) hacer.

Al exponerla a la verdad, nos damos cuenta que esas partes nos son malas, tienen potencial y merecen ser amadas, por la personas que las carga; es decir tú. Tu agua, tu atención, tu amor, tu perdón, tu aceptación, tus aplausos son los únicos que realmente les harán crecer.

Te ha pasado, que persigues algo, lo consigues, te sientes feliz por un momento pero quieres más, el hueco volvió a aparecer; pues tal ves eso que perseguiste durante tanto tiempo nunca te lo has dado a ti y mientras sigas faltándote el hueco seguirá ahí. Esto es cierto, si es algo que constantemente buscas, sientes que lo recibes poco o te sientes en falta, tal vez es aceptación, es compañía, es aplausos, etc.

El estado de verdad nos enfrenta a la ilusión de que lo que queremos, lo que nos lastima está fuera; si le permites te llevará a ese tiempo tuyo donde se generó y lo podrás alimentar porque ahora ya tienes con que, la vida ya pasó y ahora tienes la capacidad de poder satisfacerle.

Una técnica que requiere paciencia, compromiso, amor, entrega a ti mismo. Que raro, ¿no?, nos pasamos buscando eso en nuestras relaciones sin muchas veces siquiera saber como se siente dártelo a ti.

La verdad, es una energía total, libre de juicios, expansiva y viva. Nuestro cuerpo tiene que permitirla, acostumbrarse a ella, es demasiado potente y cuando nuestra vibración es baja simplemente rebota, sugiero acercarte a ella con paciencia, poco a poco y permitir que eleve tu vibración; sí el amor es el camino.

No me cansaré de decirlo, a algo que no sepas como hacer, que no entiendas, que te frustre, que te duela, que ahhhh! Simplemente exponlo al amor, así de simple. Haz un texto, cuéntaselo, escríbelo sin tapujos, sin coherencia, en garabatos (luego puedes romperlo). Dile amor, guías, ángeles, universo, Dios en quién tu creas y exponlo, ahí está no se que hacer con esto ayúdame.

La única forma de entrar al flujo de la vida es convertirnos en él, de otra forma te va a seguir sacando.

Daniela Flores

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