Soy fiel como las olas del mar,
puedo ser fría como el volcán de mi ciudad,
directa como la tierra de mis abuelos,
cálida como la costa Jarocha.
Todo en esta misma persona,
intensa y que ama profundamente
como las raíces de mis ancestros.
Me he dejado ser,
aún cuando algunas veces
mi camino me enfrenta a la vergüenza
y aplasta mi orgullo.
Me he dejado amar,
aún cuando no hay certeza,
cuando no hay respuesta
más que la del mundo
sutil que me habita.
El mundo sutil que
se me mostró
al decir sí a amarte,
sin condiciones,
sin tiempo.
Daniela Flores