Esto de la pandemia realmente me hizo comprender a un nivel de consciencia, que cada quién tiene una perspectiva. Y todas son permitidas.
Date lo que necesitas el día de hoy, se consciente que te estás dando ese apoyo y valóralo; se paciente y amoroso contigo, como con un niño al que estás enseñando a andar.
Eso estamos haciendo, despertamos y nos estamos enseñando andar en un mundo que cambió; aún cuando NO CAMBIO PARA TODOS IGUAL.
Considéralo, no todos lo vivimos igual, en las mismas áreas de vida, con la misma intensidad; ni desde el mismo punto de enfoque. Algunos compraron la suscripción y la van a activar en unos meses, años, vidas.
No sabemos, no pierdas tu tiempo, ocúpate de lo que tu sí sabes, que es sobre tu vida. Pues sólo tu sabes en donde estás parado, empieza aquí donde estás, aquí es un excelente punto de inicio. Eso te permitirá estar listo y disponible, para donde seas necesario, esperado, amado; llamado.
Necesitas ayuda pídela, a esa persona que te late, seguramente es la indicada o te guiará a donde necesitas.
-Te late hacer algo que no tiene sustento, que nunca haz hecho pero te llama, ¡hazlo!
-Te encuentras a alguien, te platica sobre este nuevo lugar, esta nueva cosa y te late, ¡es para ti!.
-Tienes ganas imperiosas de “x”, (el súper, dar la vuelta, marcarle a alguien), hazlo, seguramente algo tienes que ver, sentir, estar.
-Hoy estás bien, disfrútalo; mañana no, usa la contención que el día de ayer ganaste.
Esta vida no es izquierda o derecha, por si no nos hemos dado cuenta el mundo gira, eso quiere decir que estamos en un punto hoy y al otro día en otro, al otro año en otro. Y eso no nos hace inconsistentes, es algo natural y necesario; si no de que manera crecemos.
Una planta hoy es verde, mañana da flores y pasado está amarilla.
Date espacio para no saber, para ajustarte, para modificar, para sentir sin juzgarte o para perdonarte si lo haces.
Lo más lindo dentro de todo este cambio, es que nos está liberado de estructuras que de otra manera no se iban a modificar; lo más incómodo es que el cambio derrumba y te obliga a reconstruir, nuestra sociedad ha olvidado como hacerlo.
Hemos olvidado lo rico que es crear, que es generar nuevos caminos; hemos perdido ese contacto con la naturaleza que nos recuerda lo fértil que es el camino y lo delicioso que es el nacimiento.
Nos hemos aferrado demasiado a los caminos construidos, tanto que creemos que sólo eso es la vida y lo demás es una selva cuando es casa inexplorada.
Regreso a ese día en la playa, tirada boca arriba, pidiendo respuestas y se me dió la única que necesitaba. “Estás viva” fue tan profundo, tan enriquecedor, sentí el pulso de vida en mi. Y es que, sí, estoy viva; es una experiencia única para el camino de mi existencia.
Daniela Flores