A lo largo de mis vidas
he sido la esposa y la amante,
la pecadora y la santa,
la que marchita y la que sana.
He sido bendición para algunos
y veneno para otros,
alimento de vida
y aquella que secó sueños.
·
Sin darme cuenta
que no era ninguna de las dos,
sólo era la moneda
donde ambos papeles
se interpretaban.
·
El olvido,
es lo que nos hace
creer que somos diferentes.
Daniela Flores