Quédate quieto y para,
pon tus pies en el suelo
y permítete recordar
que es aquí donde perteneces,
siente como tu energía
recorre tu cuerpo,
como tu sangre late,
como la tierra te recibe,
“te tengo, aquí estás a salvo”,
sabes como hacerlo.
El aire endulzado
por el sabor de las flores
le susurra a tu corazón
“te mantendré a salvo”.
De todos los tiempos
elegiste estar aquí.
Recuerda la esencia de la vida,
lo pequeño que te enriquece
y habías olvidado apreciar,
estaba ahí fácil,
siempre vigente,
disponible,
abundante.
sólo como el amor
lo puede.
Así como las aves
que te saludan todos los días
en tu ventana,
ahora las puedes escuchar,
el agua caliente
que recorre tu cuerpo
cada mañana,
el café caliente
que te abraza la garganta,
la flor salvaje
que se rehusa
a dejar de existir.
El color azul del cielo,
las montañas cubiertas de nieve,
el olor a hierva fresca,
amor incondicional que te rodea,
en sus risas, en sus caricias.
Daniela Flores
👏👏👏
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