Refugiada vivías dentro de mi ser,
cautiva de mis temores te guarde,
demasiado bella eras
para dejarte libre al alcance de todos,
para dejarte ser.
Temía que te vieran
y capturaran tu belleza,
limitaran tu ser, eres diferente,
incomprensible era mejor
que te mantuviera ahí,
dentro de mi,
sin ser,
sin mucho ruido,
callada y tu brillo esconder.
Creí que siendo inteligente,
dura, sarcástica,
aparentando rudeza
te mantendría a salvo.
Nunca imaginé que la fuerza que escondías
era la que necesitaba
para navegar en este mundo,
que me mostrarías un mundo sin rudeza,
el significado de la verdadera belleza,
la bondad,
y el poder que escondías en tu vulnerabilidad.
Sin necesidad de una lucha de intelecto,
me haz enseñado una nueva clase de poder.
Resultó que tu sensibilidad
era necesaria en mi para poder sentirme completa,
nunca fue algo externo
eras tu escondida dentro de mi
esperando que te permitiera salir.
Nunca esperaste el permiso del exterior,
ni una mejor sociedad,
sólo necesitabas que te dejara florecer.
Lo femenino que habita en mi,
la diosa,
la mujer.
-Daniela Flores