El amor no es ciego. Sólo no cree en los juicios.
Suena bonito, es cierto y también es un “reto” pues para vivir en esta existencia, con un cuerpo, nombre, nacionalidad y demás; es una contradicción todo el tiempo. Por un lado tienes acceso al amor y por otro lado tienes tu razón, que está llena de juicios. Todo en el mismo cuerpo en las mismas 24 hrs.
La única forma es elegir quien tomará el mando, una es la que ya conoces. Razón al mando corazón como decoración.
Sugiero, regresa al amor, devuélvele el timón de tu vida y ten paciencia.
El amor, no solo es algo de corazones rosas, flores y velas. El amor real es una fuerza que construye, quita lo innecesario es la fuerza vital de este universo.
Es cero la versión de las películas románticas, es una fuerza que te invade, te cura y te mueve.
Es una fuerza guerrera, que brinda la verdadera justicia, regresa el balance y trae a La Luz lo oculto.
Tal vez, no es para todos. Se requiere valentía, no hacia los demás o para mostrarla al otro; más bien para vivirla.
Haz pensado que lo que realmente nos separa son los juicios, las definiciones de bueno y malo que cada uno cargamos. Lo que creemos que nos mantendrá a salvo, las reglas sociales, las historias de nuestras familias.
Poco espacio le damos al corazón, tiene tan mala fama; es aventurero, es confiado, es accesible, perdona, no conoce de razones.
Se aferra a eso que hace bien, se siente bien, pero carece de lógica. Y uno sin su razón, ¡¿quién es?!
Seamos sinceros, él te lo dije, lo sabía. No solo es satisfactorio si no que está muy bien valorado en nuestra sociedad. Pero es cansado, te aleja de todo y vive uno en constante miedo de no estar en el otro lado del te lo dije; ósea no saber.
Claro uno espera que sólo con confiar en el corazón de vez en cuando basta, pedirle a Dios eso si de rodillas o unas lagrimitas es suficiente. Nos olvidamos que si lo deja uno mucho tiempo apagado, olvidado; corremos el riesgo de no reconocer su guía y desconocerlo pensando que es un sueño.
Después se vuelve inconveniente sentir, por que nos lleva a hacer aquello que no tiene lógica.
Es simplemente, que cuando el amor guía gran parte de este mundo pierde su lógica, gran parte de lo que crees que eres y defiendes no es verdad y aquello que soñabas necesitar para ser simplemente desaparece. El amor es simple, solo es así sin razones.
Y nosotros queremos ser amados por alguna razón, por nuestro bello cuerpo, sonrisa, inteligencia, astucia, don al hablar algo… no solo por existir. A la razón, al ego le parece lo más ilógico e ilusorio, en parte por que no lo conoce nunca lo hemos puesto a su cuidado.
Pero qué pasaría si confiaras en tu corazón, si aprendieras a oírlo diario 10 minutos mano en el corazón y ojos cerrados, sin pensamiento alguno, te digo que esto cambia tu vida.
Escucharías toda la verdad de la vida que corre por tus venas, yo lloré la primera vez descubrí vida en mi.
Deseo que escuches tu corazón y regreses a casa, el amor incondicional te espera.
¡Bendiciones!
Daniela Flores