La neblina de mis recuerdos
te cobija como una manta
a un recién nacido
acurrucado
sin ser molestado.
No es olvido,
es sólo que prefiero
que te quedes ahí
sin ser molestado
por la turbulencia generada
por el recuerdo traído al presente
que intenta diseccionarte
para luego reconstruirte
como un rompecabezas
al que le falta una pieza
que no logro encontrar,
esa pieza eres tú.
Sólo quería darte
un poco de aire de presente,
sin éxito alguno.
Logré embarrarte de preguntas,
reproches y trucos
para detener el tiempo
que ni las lágrimas
derramadas logran parar.
Mejor te dejo
ahí bajo la neblina
de lo ya vivido,
de lo ya disfrutado.
Daniela Flores
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...