Mientras no sabes que quieres, otra parte tuya sí lo sabe y te lleva a través del proceso del contraste para que lo definas, para que lo desees y para que lo arraigues.

Si logramos desapegarnos de nuestra perspectiva, entones vemos la belleza del proceso de la vida. En el tarot, hay una tarjeta que se llama El Colgado, es un hombre colgado de una pierna; es una posición autoimpuesta, que la vida nos ofrece y tomamos, para poder ver la situación desde otra perspectiva. Mientras estás ahí, no hay movimiento, pero ganas perspectivas que te enriquecen.

Mientras estás siendo, en este mismo momento, estas creando, alimentando otras existencias. Existencias que se alimentan de nuestros deseos, talentos, anhelos. En nuestra época, esta tan poco valorado ser nosotros, porque nadie lo ve sólo tú y eso nos puede, nos gusta que todos lo sepan; pero te pido sigue el camino, porque llegaras al punto donde esa importancia cambia. Ni si quiera te puedo decir que deja de importar, o importa más, simplemente es otra sensación. Una de construir un universo juntos, de reconocer tu aporte a la construcción del colectivo.

Algunas veces, todo sucede rápidamente, lo llamamos suerte. Cuando en realidad lo haz venido creando gracias al contraste, a tu deseos. Claro que el miedo también crea, nos lleva a los caminos para enfrentarlo, para que así podamos disolverlo y podamos recibir aquello que anhelamos como lo anhelamos, que pueda florecer, dar vida y compartir sus frutos.

El problema más grande, es que confiamos demasiado o solamente en nuestra razón, en los planes que ahí viven. Que si somos sinceros, son repeticiones de aquello que hemos vivido, visto vivir, leído, escuchado; son un poco cortos, poco creativos y sin vida. Entonces, volvemos enemiga a nuestra razón de nuestros sentimientos, de nuestra intuición, de la mente alimentada por el ser.

Hemos creado más de lo que somos conscientes, en cuanto prendes la luz ves todo el camino que ya haz andado.

Daniela Flores