Cómplices

Tu niño perdió el corbatín escolar

que se veía obligado a usar,

esta vez no hubo gritos de mamá

sólo una sonrisa que le resultó familiar.

La mía con las calcetas caídas

con la mitad de la coleta desecha

con todo el arreglo de mamá disuelto.

Así. Se encontraron y se tomaron de la mano.

Cómplices, un par indivisible se volvieron

mirada que admiraba

compañeros de juego.

Risas que adornaban

la rutina diaria que les habitaba

Se encontraron en un mundo

donde ya eran adultos

uno que no les entendía.

Daniela Flores

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