Lo sencillo asusta,
asusta, lo bien que te hace sentir
bailar en la acera,
robando la música del club,
sin necesitar lo VIP.
Lo sencillo asusta,
asusta, lo fácil que es desnudarse
en tampoco tiempo,
mostrando tus miedos
al igual que tu luz.
Lo sencillo asusta,
asusta, porque desafía la teoría
de que sólo lo que cuesta es verdad.
Lo sencillo asusta,
asusta, ver sus ojos dilatados por ti;
tal vez, más aún encontrarte
con tu constante sonrisa a medias
sin que te la puedas explicar.
Lo sencillo asusta,
asusta, que lo que antes era complicado
se ha vuelto sencillo,
encuentras el valor para abandonar tus miedos
y darle la mano al amor.
Lo sencillo asusta,
asusta, porque las barreras ya cayeron
y sabes que no hay forma
de echar el tiempo atrás,
ni de volverlas a levantar.
Y es que amar es sencillo,
es tan sencillo que asusta,
no se complica, ni se vende,
no se empeña, ni se diluye,
no se compra, ni se promete;
sólo aparece así en un par de ojos
y recuerdas el placer que es vivir.
Daniela Flores