Siento el pulsar de mis raíces
en la planta de mi ser,
una ancla
que se hunde al centro
que me mantiene firme.
Una vela firme
que me permite navegar
a través de las olas altas
del mar de mi pensar.
Es la sal,
la que aviva el fuego
que alumbra las aguas
y me da claridad.
Daniela Flores