Construiste una guarida de cemento

para guardar tu amor

lo mantuviste a salvo

de la jungla de los pensares

que te rodeaban.

Olvidaste que el amor no se iba a dañar,

abre una ventana,

deja que sea tocado por los rayos del sol,

deja que las aguas del llanto que ahogas

desemboquen en la dulzura de su ser,

permite que las raíces den frutos.

Juntos podrán tirar las paredes

que te han alejado de la verdad tu ser,

podrás volver a respirar,

dale tu corazón

tu amor sabrá que hacer. 

Ambos necesitan el agua salada del mar,

tomados de la mano

la podrán volver a visitar.

Abre una ventana,

el amor será gentil,

derribará con paciencia cada pared.

 

Daniela Flores