El amor me trajo a casa
Sonó la alarma y me despertó
Me recordó los colores de mi alma
El sabor de mis sonrisas
Mi conexión con el agua
Fue ruda su lección
Ámate primero, antes de crear
No me necesitas
Ámate, pon fin a lo que te lastima
Esas fueron sus lecciones
Es que el amor puede ser
leal, suave y salvaje
Como un jaguar
Me hizo correr, temer
ganar fuerza en el corazón
Me hizo disfrutar de días lluviosos y atardeceres preciosos
Me hizo conocer los límites de mi lealtad
a mi misma, a mi amor propio
Me llevo al fondo de mi corazón
un cenote colmado de amor para amar
El amor me trajo a casa
Me recordó mi propia rebeldía
para dejar de buscarla fuera
Me enfrentó a mis luchas internas
para dejar de adoptar las de otros
Es que mi mundo está lleno de arcoíris
De lunas bonitas, de risas
sentimientos que no temo experimentar
Ya no le temo a mis unicornios
Ni quiero esconderlos
Ni justificarlos
Prefiero explorar mis cajones cerrados
a llenar mi vida con drama
y humos que me regalen magias pasajeras
para sentirme viva, para poder conectar
Somos vibras diferentes
Con anhelos diferentes
Diferimos en valor al amor
En alguna etapa temí al amor
después lo liberé, dejo de gritar
Lo volví a observar,
Me dejé reencontrar
Me dejé soltar
Crecí
del miedo al amor
En mi país mis unicornios vuelan libres
Me es indispensable verlos volar
no volvería a esconderlos
Quién lo visite
debe vivir sin miedo a verles volar
Pueden venir de países
donde vuelen otras cosas
como flores, abejas o canciones
Sólo se requiere que les dejen volar
sin miedo a donde les puedan llevar
Daniela Flores
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