Víctima y victimario
habitando la misma piel
escondidos bajo el mismo latido
ahí tomados de la mano van
mi herida y aquel que evita la curación
mi brillante orgullo que se opaca
ante el primera gota de vulnerabilidad de mi alma
una que anhela la miel del perdón propio
resulte ser víctima de los juegos de mi ego
que escondió la llave de la liberación
aquí dentro, escondida en el perdón
a mis actos que causaron dolor
el último que pensé necesitar
el primero que tenía que dar
Daniela Flores
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