Extracto de cuento corto
Tumbada en su pequeño refugio a la mitad del bosque, la fogata a punto de extinguirse, hecha bolita para mantener el calor y darle consuelo al río de lágrimas que brotaba de sus ojos. Sólo así pudo dormir, hasta que despertó abruptamente a mitad de la noche.
“Tendrán que separarse para que puedan crecer y renovados, se reencontrarán.” La voz era clara y parecía que no aceptaba negociaciones. El sudor frío que le recorría el cuerpo le confirmaba que no había sido un sueño, era una instrucción, una que la aterraba.
Ante ella se abría un bosque, Bruma decía el letrero que marcaba el inicio de su caminar; uno que no sabía como explorar. Volteo por última vez, a despedirse como normalmente lo hacían cuando se separaban; esta vez no había nadie ahí sólo el recuerdo de su presencia. Su ausencia lo confirmaba, él ya no estaba aquí.
Miró su muñeca, tocó con sus dedos la pulsera que su abuelo le había regalado y mientras leía el mensaje grabado “todo va a estar bien”.
Llena de dudas y temores, se agarró con fuerza a esas cinco palabras como si fueran un talismán. Así con los primeros rayos del amanecer, dió el primer paso hacia una aventura, que muy dentro siempre supo era solo para ella.
Daniela Flores